Historia Caravaca

Los restos humanos más antiguos encontrados en el término municipal de Caravaca son los restos paleolíticos del denominado yacimiento de la Cueva Negra, donde se sitúa la presencia de fuego más antigua del Paleolítico europeo. Los primeros asentamientos ubicados en la actual ciudad, datan entre los años 2.400 y 1.950 antes de Cristo, junto al actual núcleo urbano hay un enterramiento calcolítico de 1.300 esqueletos, se considera el mayor enterramiento prehistórico de la Península y uno de los mayores de Europa.

Cerca de la población se halla el cerro donde se erige la ermita de Nuestra Señora de la Encarnación. Las excavaciones han puesto al descubierto los restos de dos edificios de culto de época romana. El templo B se levanta sobre el santuario ibérico precedente y se desarrolla a partir de varias remodelaciones arquitectónicas que se extienden entre época tardo-republicana e imperial, adoptando patrones característicos de la arquitectura itálica, en las fases iniciales, y helenísticas en la etapa final.

Los autores árabes han dejado pocas noticias de Caravaca, lo que hace suponer que su importancia era escasa; tan sólo nos dicen que era una aldea dependiente del distrito de Mula y que contaba con un castillo. La situación de Caravaca, en plena frontera con el reino musulmán de Granada, condiciona el modo de vida de sus gentes.
A final de s. XIV se construyen dos puestos vigías, las torres de la Represa y de Jorquera, localizadas en los pasos naturales de los ríos Argos y Quípar, por los que discurrían los caminos de Lorca y Huéscar, para cumplir la función de aviso a la fortaleza de las posibles incursiones musulmanas.

La Reliquia de la Vera Cruz se constituyó en uno de los focos de atracción al concederse amplias indulgencias a sus devotos y defensores y actuó como un soporte psicológico que confería una cierta seguridad, dada la importancia de la religión en esta época.
El florecimiento económico atrae a las órdenes religiosas. En 1576, por deseo de Santa Teresa de Jesús, se establecen en Caravaca las monjas Carmelitas Descalzas en la actual Calle Mayor. La última fundación religiosa del s. XVI es la de los padres Carmelitas Descalzos, que realizará en persona San Juan de la Cruz en 1586.

En el XVIII se marcha la compañía de Jesús (1767), expulsada por orden de Carlos III, y se erigen o finalizan algunos de nuestros monumentos más significativos: Santuario de la Vera Cruz (1703), Torre de la Concepción, Iglesia de Sta. Clara (1718), la Torre de El Salvador que aún en 1740 estaba en plena construcción, Ayto., Templete (1762-1802).