Historia
En las excavaciones realizadas en los sótanos y los túneles de acceso próximos a la Puerta de San Vicente, con motivo de los trabajos de construcción efectuados en el Intercambiador de Transportes de Príncipe Pío, promovido por el Consorcio de Transportes e la Comunidad de Madrid, se halló un importante yacimiento paleontológico y varios conjuntos de estructuras arqueológicas.
Las excavaciones arqueológicas descubren restos romanos en diferentes distritos de la ciudad moderna, atribuyéndose al Madrid romano, y en base a los restos encontrados durante las obras de soterramiento de la autopista M-30, una localización a orillas del río Manzanares en el área de influencia del Puente de Segovia, en el entorno hoy ocupado por el Parque de Atenas, la parte baja de la Calle de Segovia y el Paseo de la Virgen del Puerto.
El Madrid romano no se situaría por tanto en el posterior enclave en altura del periodo visigodo para situarse en el valle del Manzanares, a escasos metros de donde se documentan los referidos restos visigodos, en la colina formada por los actuales Palacio Real y Catedral.
Estos recientes hallazgos de época visigoda han venido a confirmar las teorías de varios autores que sostuvieron que el posterior asentamiento fortificado musulmán de Magrit (del siglo IX) se había asentado sobre un vicus visigodo del siglo VII llamado Matrice o matriz, arroyo.
No sería hasta el siglo XI que Madrid es incorporado a la Corona de Castilla, tras su conquista (o reconquista, si tenemos en cuenta el pasado visigodo) por Alfonso VI de León y Castilla en 1083.
Es a partir de ese momento cuando Madrid comienza un proceso lento pero constante de crecimiento en extensión, población e influencia, que abarca todo el periodo medieval (alta y baja Edad Media) hasta situarse a fines del siglo XV como una de las principales ciudades de Castilla.
Resultado de este proceso de crecimiento, entre otras razones, sería su designación como sede de la Corte por Felipe II en 1561, convirtiéndose en la primera capital permanente de la monarquía española.
Desde ese mismo año de 1561 Madrid experimentó un crecimiento exponencial en tamaño y población, alcanzando a finales del siglo XIX más de medio millón de habitantes sobre el suelo de la ciudad consolidada.