Sorteos Viajeros - Historia- La Coruña

  • Historia

    Claudio Ptolomeo denominó, o calificó de "grande puerto" (Portus Magnus), a Brigantium Flavium o a su puerto (la denominación Flavium la relaciona con la dinastía Flavia -año 69 al 76-). Paulo Orosio indica: Brigantia Callaetiae civitas altissimam Pharum erigit. Istro Aethico4 y Estrabón hablan del puerto Brigantio. El itinerario de Antonino recoge una Brigantium portuaria. La identificación de estos testimonios como una ciudad u otra del entorno, bien costera o bien situada más al interior, ha sido objeto de debate desde muy antiguo.

    Edad Antigua

    La presencia romana en Galicia se remonta a los años 138-136 a. C., cuando la expedición de Décimo Junio Bruto Galaico cruzó el río Limia. Alguna fuente atribuye a este general la fundación de un puerto llamado Ardobicum Corunium.6 Si Julio César, o cualquier expedición romana antes que la suya, llegó a la Coruña, fue, como antes que ellos fenicios y cartagineses (es dudoso que llegaran los griegos, aunque así lo afirma el periplo de Piteas), atraídos por las riquezas minerales; tanto las locales como el estaño de las Casitérides (islas de difícil identificación, puesto que no parece probable que hubiera estaño en las islas de las rías gallegas a no ser por el comercio, y no hay islas más alejadas de la costa hasta las británicas) o el oro que posteriormente se obtuvo de forma masiva en Las Médulas. La colonización con fines de producción agrícola de interés romano (mediterránea) no respondía a las condiciones geográficas, siendo quizá más interesante el reclutamiento de soldados. En todo caso, la romanización fue lo suficientemente profunda como para dejar su huella en la lengua, la religión y otros rasgos culturales.

    Edad Media

    De los siglos posteriores al abandono de la ocupación romana no se tienen datos escritos. En esta oscura época se supone que la ciudad fue invadida por los mismos pueblos septentrionales que invadieron España en el siglo V.

    Durante la Edad Media la población cayó bajo un fugaz dominio árabe, de escasa repercusión en esta zona. Cabe destacar el desembarco de los Normandos en el Faro de Brigantium en el año 846. Los continuos ataques vikingos acaban produciendo el despoblamiento del enclave hasta que el rey de León Alfonso IX ordena su refundación y traslada a la población que residía en el Burgo a la nueva villa de la Coruña, otorgando a sus habitantes en 1208 el Fuero de Benavente. Alfonso X les concede el privilegio de desembarcar y vender sal sin pagar ningún impuesto, y esto trajo prosperidad a la villa, que vive una expansión económica basada en la reactivación del comercio marítimo. Se produce también en esta época la agrupación de gremios por calles, que sigue patente en el callejero: Panaderas, Cordelería, Pescadería, Cordonería, etc.

    Juan II concede a la villa el título de ciudad en 1446 y autoriza el libre comercio con Inglaterra, dando un nuevo impulso a su capacidad comercial. Los Reyes Católicos también realizan políticas que favorecen el comercio, ya que eximen de pagar la llamada "quintalada" a marineros y navegantes. La "quintalada" se componía de un cuarto de tonel de vino, un moio de sal, cinco millares de sardinas y un carro de madera.

    Edad Moderna

    Carlos I instala en la ciudad la Casa de Contratación para la especiería, lo que provoca la construcción del Castillo de San Antón para proteger esta nueva infraestructura. Además, permite la celebración de un mercado franco los sábados. El mismo rey celebra Cortes en la ciudad en 1520 y desde su puerto parte para ser coronado emperador en Alemania.

    Los hospitales de San Andrés y el del Buen suceso son los dos centros que existían cuando llegó a la ciudad la epidemia de peste que azotaba a toda Galicia y los dos únicos que tuvieron que atender a todos los afectados.

    La reina Isabel I de Inglaterra mantenía una profunda enemistad con Felipe II, lo que se tradujo en una serie de disputas bélicas. En 1588 salió del puerto de la Coruña la Armada Invencible hacia el inesperado desastre en el Canal de la Mancha. Un año más tarde, en 1589 la reina de Inglaterra envió una escuadra mandada por el almirante Francis Drake a la ciudad. La Coruña se enfrentó al invasor con la heroína María Pita a la cabeza. Tras quemar el monasterio de Santo Domingo, el barrio de Santo Tomás y la zona de pescadería, los ingleses se retiraron el 19 de mayo. En esta época se produce el traslado de la Real Audiencia desde Santiago de Compostela a la Coruña.

    Entre los siglos XVII y XVIII, las continuas guerras de la Monarquía Hispánica implican un gran aumento de los impuestos y el reclutamiento de la población. La ciudad sufre así un proceso de recesión. A principios del siglo XVII el Capitán General y Gobernador Diego das Mariñas mejora las fortificaciones de la plaza. Así, se construye la Puerta de San Miguel y se amplía la muralla, quedando ahora en su interior el Convento de San Francisco y el Hospital del Buen Suceso.

    En 1620, Felipe III crea la Escuela de los Muchachos del Mar con sede en la Casa de la Moneda. Esta escuela pasaría con Felipe IV a ocupar una parte del segundo hospital de la ciudad, el de San Andrés.

    Tres años más tarde, en 1623, Galicia alcanzaba representación propia en las Cortes, desligándose así de las de Zamora, que era a las que estaba vinculada hasta ese momento.

    En 1682 se restaura la Torre de Hércules a cargo del arquitecto Antúnez, siendo Capitán General el Duque de Eceda. La torre estaba en estado de abandono y los cónsules de Inglaterra, Holanda y Flandes contribuyeron a sufragar los gastos de la restauración.

    En 1689 el acuerdo entre las monarquías española e inglesa fija las ciudades de la Coruña y Falmouth como puntos desde los que se realizará el correo entre ambos países.

    El 1 de noviembre de 1700 moría Carlos II, dejando la corona al duque de Anjou, Felipe V, ya que no tenía sucesión. Al chocar esta decisión con los intereses ingleses, holandeses y portugueses, comenzó la Guerra de Sucesión en la que la ciudad vuelve a sufrir una alza de los impuestos y el reclutamiento de la población durante los 14 años que duró. En estos años se fortaleció nuevamente la defensa de la ciudad y a pesar de que no recibió ningún ataque, la guerra le hizo un importante daño económico. La guerra acabó en 1713 y en 1716 se crea la Intendencia General de Galicia en la Coruña, que en esa época se denominaba Hacienda, Guerra y Policía.

    La Ilustración

    Carlos III autoriza en 1778 a trece puertos, entre ellos el de la Coruña, a comerciar con América.

    La recuperación económica comenzó a mediados de siglo propiciada por las actividades de las líneas marítimas de las Indias (a La Habana, Montevideo y Buenos Aires), que salían y llegaban a la Coruña como único puerto en la península Ibérica. La bonanza económica trajo consigo un aumento de la población, llegando en esta época a 10.000 habitantes. A mediados del siglo XVIII llegaron comerciantes navales catalanes y vascos, grandes especialistas en la materia que ayudaron a que en esta segunda mitad de siglo e incluso en el XIX, el comercio marítimo fuese la actividad más lucrativa. Además de lino, pieles, tabaco, sal y otras mercancías también había tráfico de esclavos.

    Es en esta época también cuando se terminan los caminos reales de Madrid y Santiago de Compostela, se establece la iluminación pública y otras obras de ese tipo.

    Siglo XIX

    En la primera mitad del siglo XIX la ciudad experimenta un notable aumento de población, pasando de 12.000 habitantes en los primeros años a unos 20.000 alrededor de 1850. En esta época la ciudad cambia su configuración urbana con la creación de espacios públicos, la mejora de las vías de comunicación de la ciudad con el exterior, la agrupación de edificios de cara a la bahía y la creación de edificios públicos en la zona de la Pescadería. Se crea la Fábrica de Tabacos en la Plaza de la Palloza, que da trabajo a medio millar de personas; las industrias de sombrerería y cordelería se hacen notables; varios armadores se dedican a la piratería legal y tiene presencia en la ciudad la Real Maestranza de Mantelería.

    Hay un nuevo declive debido a la guerra de la independencia, que vuelve a ralentizar la economía por la introducción de productos foráneos. A pesar de estos contratiempos se instalan en la ciudad nuevas empresas como la Fábrica de Vidrio "La Coruñesa", fábricas de carbón o la fundición de hierro de Galiciacho.

    Durante la invasión francesa en mayo de 1808, la ciudad presentó resistencia a la ocupación desde el principio liderada por Sinforiano López. Varios enclaves de Galicia opusieron resistencia (Arousa, Vigo) y Coruña fue uno de los mayores focos, donde se libraron varias batallas, siendo la más significativa la Batalla de Elviña librada el 16 de enero de 1809 entre franceses e ingleses (que se vieron obligados a combatir cuando se batían en retirada), que sirvió para expulsar a los invasores. Los restos del General Sir John Moore, que participó en la batalla, se encuentran en el Jardín de San Carlos. A finales de mayo de ese año los franceses abandonaron Galicia.

    El proceso de constitución de las juntas de defensa se inició en esta época y culminó con la Junta Suprema del Reino de Galicia, situada en la Coruña.

    Con la vuelta al absolutismo con Fernando VII, hubo varias víctimas de la inquisición en la ciudad, entre ellas el General Lacy, veintitrés comerciantes y el mismo Sinfoniano López que había liderado la resistencia coruñesa frente a las tropas napoleónicas. Murió en 1815. En el mismo año, el 19 de agosto el mariscal de campo Juan Díaz Porlier, apodado El Marquesito, se pronuncia con la intención de restaurar la constitución española de 1812, apoyado por la burguesía y la intelectualidad coruñesa. Sin embargo, el día 22 de agosto el militar liberal era traicionado, capturado y llevado al Castillo de San Antón, donde fue ahorcado dos meses después en la entonces Plaza de la Leña, hoy Plaza de España.

    El 20 de febrero de 1820 la Coruña apoyó el pronunciamiento de Rafael de Riego, viviendo la ciudad el Trienio Liberal (1820-1823) rematado por los "Cien Mil Hijos de San Luis". A la Coruña llegó una parte de ellos al mando del General Burke, que conquistó la ciudad tras asediarla. Unos años más tarde, también sería Coruña la primera ciudad gallega en pronunciarse frente al dictador Espartero.

    A finales del siglo XIX se comienzan a instalar nuevas industrias y bancos que sentaron la base para lo que hoy es la ciudad moderna. Así, surge la "Primera Coruñesa de Hilados y Tejidos" en 1882, la fábrica de estampación de hoja de lata "La Artística", y dos refinerías. También son fundados varios bancos de emisión como el Banco de la Coruña, sustituido más tarde por "El Crédito Gallego", origen de la Caja de Ahorros de la ciudad. También, en 1875 se instaló en Coruña la sucursal del Banco de España. La población superaba los 40.000 habitantes.

    En septiembre de 1869 se produce una importante revuelta durante la cual se constituyeron nuevas juntas revolucionarias en las ciudades gallegas, en este caso de carácter conservador. En marzo de 1893 se fundó la Junta de Defensa de la Coruña para evitar el traslado de la Capitanía General a León.

    Siglo XX

    Entre 1900 y 1923 la Coruña fue una de las ciudades con mejores organizaciones sindicales de España, gracias al núcleo de operarios organizados que existía como resultado del expansionismo industrial, y cuya tendencia era anarco-sindicalista. Este movimiento contaba en 1904 con 4.000 afiliados, que en una ciudad de 45.000 habitantes suponía casi el 10% de la población. Gracias a su presión se consiguieron importantes avances sociales, como la jornada laboral de ocho horas antes que en el resto de España.

    El diseño arquitectónico de esta época está marcado por el modernismo, que tuvo una gran acogida tanto en la construcción de viviendas como en quioscos, cafés, etc. Arquitectos como Antonio López, Pedro Mariño o Julio Galán fueron los artífices de la vanguardia arquitectónica. Con el eclecticismo, en los años 20 se construyen en el ensanche viviendas de clase media mientras se levantan importantes edificios como el del Banco Pastor, que data de 1921 o el del Banco de la Coruña, dos años después.

    El 18 de julio de 1936, la CNT celebró una asamblea en la plaza de toros para intentar hacer frente al levantamiento que desencadenaría la Guerra Civil Española. El día 20 se suceden los primeros combates en suelo urbano. Tras un breve bombardeo con artillería, las fuerzas rebeldes, dirigidas por el coronel Cánovas Lacruz, toman el centro de la ciudad. El gobernador civil, Joaquín Pérez Carballo, es detenido junto a su esposa y ambos son fusilados momentos después. El bando leal a la República intentaría en las horas siguientes hacer frente infructuosamente a la rebelión con la ayuda de una columna de mineros llegada de Noya. Las últimas escaramuzas se sucedieron en el Jardín de San Carlos, donde yacen los restos del británico Sir John Moore.

    La represión franquista que se llevaría a cabo en los siguientes años causó consternación en la ciudad. Varios centenares de prisioneros fueron "paseados" y fusilados en una zona cercana a la Torre de Hércules, actualmente conocida como Campo de la Rata. Durante el franquismo la ciudad experimenta un notable crecimiento en todos los aspectos. Demográficamente, pasa de 70.000 habitantes en los años 1930s a 130.000 en los 1950s. Urbanísticamente se produce también una fuerte expansión, apareciendo los barrios de Los Mallos, Agra del Orzán, Labañou, Barrio de las Flores, etcétera.

    Ya en democracia, se redujeron las funciones militares de la ciudad, aumentando la estructura empresarial y de negocios, destacando en diversos subsectores gracias a que es sede de algunas de las más importantes empresas españolas: finanzas (Novacaixagalicia y Banco Pastor), comunicación (Grupo Voz), distribución (Gadisa) y red comercial, industria manufacturera (Inditex, matriz de Zara es la segunda empresa textil mundial), sede regional del terciario profesional y de los servicios avanzados, sumándose a ello la importancia de la actividad portuaria (principal puerto de Europa en cuanto a pesca fresca desembarcada), y auge en la actividad del puerto comercial (petróleo y graneles sólidos que son el 75% del tráfico portuario gallego).

    La expansión urbanística ha continuado, se ha construido el Paseo Martítimo, una obra que comenzó en 1986 y que se lleva a cabo por tramos. En la actualidad cuenta con 9 kilómetros construidos, pero se llegará a los 13 kilómetros cuando el último tramo esté finalizado. Los museos científicos, la Casa de las Ciencias, la Casa del Hombre (Domus) y la Casa de los peces (Aquarium Finisterrae) se acompañan de la reciente Casa del Agua, finalizada en 2008, y la futura Casa de las Aves como espacios de ocio y cultura impulsados por el anterior alcalde, Francisco Vázquez Vázquez.

    En la última década, municipios como Oleiros o Culleredo se han consolidado en el contexto del área metropolitana, convirtiéndose en una alternativa para muchos coruñeses debido a la carestía del suelo en la ciudad. Cabe señalar en el ámbito demográfico la presencia de la inmigración en la ciudad, sumando los extranjeros 21.766 habitantes, siendo en su mayoría oriundos de América Latina, China, Magreb y África subsahariana. Por otra parte, la creación de nuevos barrios como Mato Grande, Los Rosales o Novo Mesoiro, el proceso de suburbanización antes citado, la reciente apertura de grandes centros comerciales como Marineda City, Espacio Coruña o Dolce Vita evidencian una nueva concepción de un estilo de vida basado en un desplazamiento del ocio del centro de la ciudad hacia las áreas periféricas.