Monumentos Soria

MURALLAS MEDIEVALES

El momento a partir del cual la ciudad, entonces villa, se fortificó con la construcción de una muralla se asocia al ataque que sobre ella descargó Sancho VII el Fuerte de Navarra a comienzos del siglo XIII. Sancho IV de Castilla a finales de ese siglo decidió construir el recinto amurallado exterior.

Durante la Guerra de la Independencia el general José Joaquín Durán ordenó su derribo, quedando demolida a 30 de Diciembre de 1812, corriendo la misma suerte que el Castillo y llegando hasta nuestros días tan solo algunos tramos.

Estaba construida de mampostería excepto refuerzos en esquinas, en los que usaron sillares. Su trazado, al extenderse el caserío en plena vaguada, fue siguiendo la línea de cumbres de cerros fronteros, el Mirón y el Castillo.

IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA MAYOR

Fue construida sobre la románica iglesia de San Gil del S. XII de la que se conservan la portada, el absidiolo del lado de la epístola, un sepulcro y parte de la torre. En el siglo XVI se reunía aquí el Cabildo mientras se realizaban obras en la Colegiata rebautizándose con el nombre de Nuestra Señora de La Mayor.

En ese siglo fue reconstruida buena parte del templo aunque la gran transformación llegó en el siglo XIX, cuando amenazando ruina se reformaron las tres naves.

La torre es también del edificio primitivo, de planta cuadrada y escasa altura. En la campana de la torre de la época alto-medieval, vieja campana de San Gil, se encuentra grabado el escudo troquelado de Soria más antiguo que se conserva.

CLAUSTRO DE SAN JUAN DE DUERO

Anexo a la iglesia y utilizado de zona para dar sepultura entre los siglos XIII Y XV, servía para comunicar todas las partes del monasterio.

Es la única dependencia monacal que queda y uno de los más originales del románico español por la variedad e influencias de su arquitectura: trazas del románico más puro, arcos apuntados tendentes a la herradura, sin olvidar las evidentes huellas bizantinas y árabes.
Los chaflanes, con clara influencia árabe, están rematados con arcos califales. Se sabe que estaba cubierto con un techo de madera que se quemó.

Se estima que hubo dos fases en su construcción que corresponden, en principio al tramo románico y luego a principios del S.XIII el resto.

PLAZA MAYOR

En el siglo XVI, nos encontraremos en este lugar todos los centros de poder de la ciudad. Incluso durante unos años los canónigos de la concatedral se reunieron en la iglesia ya denominada de Nuestra Señora de la Mayor mientras reconstruían San Pedro. Recibió la denominación de Plaza del Collado y posteriormente del Trigo, por celebrarse mercado en ella hasta fechas relativamente recientes. Desde el siglo XVI hasta 1.853 fue escenario de las corridas de toros que se celebraban en Soria.

Antaño corazón de la ciudad, ahora sigue siendo el centro de la vida cultural, pero no es el centro geográfico de Soria. Conserva parte de la estructura típica de plaza castellana, rectangular y aportalada, al menos en parte y aún quedan algunos tradicionales balcones corridos.

CONCATEDRAL DE SAN PEDRO Y CLAUSTRO

La iglesia inicial pudo ser construida en los años en que Alfonso I el Batallador, que unido en matrimonio con Urraca de Castilla, comenzó la repoblación de Soria (1109-1119).
A principios del siglo XVI, según cuenta la tradición, el cabildo dió orden a un arquitecto para que quitase un pilar y despejar la vista de la estatua de la Virgen, lo que ocasionó que se desmoronase la torre y gran parte de la techumbre.

Aunque se pidió cambiar de sitio el templo, se comenzó a reconstruir inmediatamente en estilo Gótico, en el mismo lugar y tomando como modelo la Colegiata de Berlanga de Duero.

Como resultado, Románico y Gótico coexisten en el mismo edificio y quedan divididos únicamente por una puerta que une el templo gótico con el claustro románico.