Historia Cangas de Onís

Desde el Paleolítico Superior hay restos de vida humana. Así, están las cuevas de Buxu y las de los Azules.
Del Neolítico, tenemos también restos en las cuevas de Salmula, Trespando y el Cuelebre. Del mismo modo también encontramos dólmenes como el de Santa Cruz, que es el mejor conservado.

La época de la romanización debió de ser bastante intensa ya que el Sella era el límite entre los pueblos cántabro y astur.
La leyenda cuenta que tras la victoria de Covadonga en el 722 Pelayo elige como capital del reino Cangas de Onís, para aprovechar el existente poblado romano. Entre sus sucesores está Alfonso I de Asturias, que aumentó las fronteras del reino y repobló con gentes cristianas de la meseta zonas de Asturias.

En el siglo XVI, ya aparece Cangas de Onís, como entidad concejil y figura en la Junta General del Principado de Asturias celebrada en 1504 en el convento ovetense de San Francisco. Estos cargos recaen en estas fechas en miembros de familias ilustres de la comarca.

El siglo XIX, traerá la Guerra de la Independencia Española, se crea el regimiento de Cangas de Onís y la villa pasará a ser capital de uno de los gobiernos militares. Fueron ocupados varias veces por tropas francesas dando como resultado multitud de personas muertas por ambos bandos.

En el siglo XX, se creará el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. Este siglo también traerá el cierre de las minas de Buferrera, que tanta mano de obra había traído en el siglo pasado.